Advertencia...

ATENCIÓN: " Todo lo escrito aquí puede ser no real...

miércoles, 23 de abril de 2014

A MI LADO.

Estoy en la cama mirando el techo, sin hacer nada. No sé cuánto tiempo llevo así, pero me parece una eternidad. Echo un vistazo a mi alrededor y solo veo blanco, paredes blancas, sábanas blancas… ¡Hasta mi ropa es blanca!; Lo único que parece dar color a esta pequeña habitación es una ventana situada a mi derecha. Trato de asomarme pero tras varios intentos desisto, no llego. De repente oigo ruidos detrás de la puerta y acto seguido entra una enfermera. Es una chica joven, agradable. Ha venido otras veces a darme la comida o simplemente a hacerme compañía. Se sienta a mi lado y me acomoda, yo no digo nada, me limito a sonreír porque me recuerda a mi cuando era joven. Una persona llena de vida, no como ahora que me paso las horas esperando a que venga alguien y me saque de este lugar.


Suspiro, no paro de recordar viejos tiempos. Me acuerdo cuando era una chiquilla y jugaba con mis hermanos en el patio del vecino o los buenos ratos con toda la familia, hermanos, hijos, nietos... Apenas vienen a verme, pero han hecho todo lo que estaba en sus manos por ayudarme. Suelto una lágrima, me he hecho vieja y extraño muchas cosas.

La enfermera continúa a mi lado, a pesar de que está callada me gusta su compañía. Es una de las pocas personas que me dedican parte de su tiempo.

Poco a poco noto que me cuesta más respirar, me mareo. Parece que los medicamentos empiezan a hacer efecto. Me siento fatal, estoy agotada y sólo quiero dormir.

Entra alguien en la habitación, la enfermera ya se ha ido. Me cuesta abrir los ojos, apenas distingo quién es, se acerca más y compruebo que es mi hijo. Me abraza y se me escapa una de mis más sinceras sonrisas.


A lo largo de mi vida he conocido a muchas personas y he hecho muchas cosas, buenas y malas, pero sin duda, lo mejor que he podido hacer es cuidar de mi hijo.


Se saca un papel del bolsillo, me lo entrega e intento leer lo que pone, pero las letras se me hacen imposibles, por lo que lo coge. Con dificultad distingo una fotografía en el reverso, aparece toda la familia. Me emociono y no puedo evitar soltar un gemido de alegría.


Empieza a leer, pero me pierdo en las palabras. Estoy demasiado cansada y lentamente voy cerrando los ojos. Aunque por dentro estoy enormemente feliz de tener a alguien a mi lado que me cuide.

No hay comentarios:

Publicar un comentario